Si tienes una vivienda en propiedad y estás buscando generar ingresos adicionales o, simplemente, te planteas dedicarte por completo al ámbito del alquiler vacacional, probablemente ya se te ha pasado por la cabeza la idea de montar un affittacamere.
Si aún estás valorando esta opción y quieres conocer cómo funciona un affittacamere, los pasos clave para ponerlo en marcha y la normativa que se debería considerar antes de comenzar, entonces has llegado al sitio adecuado.
Un affittacamere es una forma de alojamiento turístico muy común en Italia y otros países europeos, parecida a un bed and breakfast, pero con algunas diferencias clave.
En un affittacamere, se ofrecen habitaciones en alquiler dentro de una vivienda o edificio, generalmente de forma profesional o semi-profesional. Este tipo de alojamiento, puede tener hasta un máximo de habitaciones definido por la normativa local (en muchas regiones italianas, el máximo es 6 habitaciones por establecimiento).
Un affittacamere, no se considera un hotel ni un hostal, sino una fórmula intermedia más familiar y económica, aunque puede estar gestionada de forma comercial tanto por particulares como por pequeñas empresas. Suele ubicarse en zonas urbanas turísticas.
Característica | Affittacamere | Bed and Breakfast |
---|---|---|
Desayuno | No siempre incluido | Generalmente sí |
Presencia del dueño | No siempre vive en el lugar | Normalmente sí |
Regulación | Sujeta a normativas locales | También regulado |
Gestión | Puede ser más profesional | Suele ser más familiar |
La normativa para abrir un affittacamere en Italia varía ligeramente según la región. El marco general está definido por la Ley N.° 135/2001 sobre la reforma del turismo y por los reglamentos regionales que detallan los requisitos específicos. Cada región tiene competencias legislativas en materia turística, así que es fundamental consultar también la normativa local.
Algunas regiones tienen sus propias leyes específicas. Aquí algunos ejemplos:
1. Apertura de número de IVA (partita IVA)
Para poder comenzar a facturar mediante un affittacamere, es importante disponer de un número de IVA, ya que se va a comenzar a realizar una actividad económica.
La obtención del número de IVA debe tramitarse en como máximo en un plazo de 30 días desde el inicio de la actividad. Se debe registrar el negocio en el código ATECO que le corresponda, en este caso, le correspondería el 55.23.5, perteneciente a “Casas de huéspedes para estancias breves, viviendas y apartamentos turísticos, bed and breakfast y residencias”.
Se deberá registrar el affittacamere en el Registro de Empresa de la Cámara de Comercio, así como comunicar el registro de huéspedes ante el portal Alloggiati y las estadísticas que correspondan en cada caso.
2. Presentación de la SCIA
Antes de dar comienzo con el inicio de la actividad económica, deberás presentar ante el ayuntamiento del municipio en el que se encuentra el affittacmere la llamada SCIA (Segnalazione Certificata di Inizio Attività).
Para poder solicitar la SCIA, deberás dirigirte a la ventanilla única para actividades productivas, más conocida como SUAP.
Aquí, deberás presentar:
3. Comunicación de los huéspedes a las autoridades
Es completamente obligatorio realizar la comunicación de los huéspedes alojados en un affittacamere ante las autoridades con el fin de velar por la seguridad pública de todos.
En el caso de Italia, se deben comunicar los huéspedes en el portal Alloggiati.
Además de hacer la comunicación en el portal mencionado, también se debe comunicar el registro ante el servicio estadístico que corresponda dependiendo del municipio o zona en el que se encuentre el alojamiento.
Las comunicaciones de huéspedes a autoridades se deben realizar cuando la estancia sea inferior a 30 días. Si la estancia es mayor a 30 días, se debe formalizar mediante un contrato para posteriormente hacer el registro ante la Agenzia delle Entrate.
Para comenzar un affittacamere de forma ocasional, los trámites son mucho más simples. Se debe presentar la SCIA ante el ayuntamiento de la localidad, aunque no es necesario tener un número de IVA ni darte de alta en el Registro de Empresa de la Cámara de Comercio.
Invertir en un affittacamere puede ser una oportunidad muy atractiva, especialmente para quienes desean entrar en el sector turístico sin asumir los altos costes que supone abrir un hotel. Su principal ventaja radica precisamente en eso: se trata de una inversión más accesible, tanto en términos económicos como de requisitos legales.
No necesitas una gran infraestructura ni un equipo numeroso para empezar; con una propiedad bien ubicada y algo de acondicionamiento, es posible ponerlo en marcha.
Sin embargo, esta aparente facilidad de entrada también tiene un lado menos favorable: la alta competencia. En las zonas turísticas más populares, la oferta de alojamientos de este tipo es abundante, lo que hace más difícil destacar y captar clientes. Por eso, no basta con tener habitaciones disponibles; será fundamental ofrecer una experiencia diferenciada, ya sea a través de un diseño cuidado, un trato personalizado o servicios complementarios.
La flexibilidad del modelo affittacamere también es un punto fuerte: puedes gestionarlo tú mismo, lo que permite transformar la inversión en una fuente de autoempleo, o delegar la operación si prefieres una rentabilidad más pasiva. No obstante, optar por la autogestión implica asumir una carga operativa considerable. Aunque se trata de un negocio más pequeño que un hotel, las tareas diarias pueden resultar exigentes, sobre todo si no se cuenta con apoyo.
En cuanto a la rentabilidad, un affittacamere bien gestionado puede generar ingresos estables a lo largo del año. Esto es especialmente cierto en regiones con alta afluencia turística o durante temporadas clave.
También hay que tener en cuenta la estacionalidad: muchos alojamientos de este tipo experimentan una fuerte caída de ingresos fuera de la temporada alta. Esto hace que sea imprescindible una buena planificación financiera y, si es posible, una estrategia para atraer huéspedes durante todo el año.